El nigredo es una fase alquímica necesaria para la transmutación de la materia; no recuerdo si eso lo leí hace mucho tiempo en algún libro, o tal vez alguien me lo explicó; realmente no recuerdo muy bien de que fuente obtuve ese dato, sin embargo, recuerdo perfectamente de lo que se trata ya que se ha establecido en mi mente como un árbol de cien años de edad, aunque a penas tengo 33 años.
Mi nombre es Agustín Abad y escribo estas líneas antes de abandonar este mundo por voluntad libre y propia, después de haber fracasado en esta vida y saber que desperdicié mucho tiempo para poder reconstruirme después de haber vivido una demolición de mis creencias, ahora es tarde, he cometido muchos crímenes y le he hecho mucho daño a la humanidad, ahora me es muy difícil cambiar mis hábitos y por eso he decidido abandonar este mundo.
Hizo falta un buen amigo, o un grupo de amigos que persiguieran mis fines; no los encontré a tiempo, ahora es muy tarde porque ya lo eché a perder todo.
Quiero transcribir la carta que llegó tarde, pero que aún me parece que de ella emana mucha luz y bondad, mi vida como ya dije, se ha podrido, y no florecerá más un fruto en mi existencia, o tal vez me equivoque si al menos dejo una carta póstuma, advirtiendo de los riesgos de querer transmutar, y que siempre es mejor tener a un buen amigo cerca.
La carta dice así:
"Amigo Agustín:
Como amigo tuyo me he dado cuenta de que han pasado cosas extrañas en tu vida y que han ocurrido desgracias de las cuales me siento en total empatía contigo, incluso siento mías esas culpas que te aquejan en estos momentos, pero antes de que mi avión vuele de vuelta a nuestra patria, quise enviarte este correo porque no he podido dormir pensando en lo que estás pasando ahora que has cometido una grave equivocación, pero que no es el fin del mundo, quiero que sepas que somos amigos y más que eso, hermanos si no de sangre, de libre y espontánea elección, nos hemos escogido y nos convencimos de ser buenos amigos; lamentablemente en estos años las circunstancias hicieron que nos separáramos y no pudiéramos más reunirnos a charlar para hacerle ajustes técnicos a la humanidad y que nosotros seríamos los ingenieros de la humanidad; aún hay tiempo, somos jóvenes y hay muchos proyectos en puerta hermano mío.
Todos tenemos un universo completo dentro de nosotros, y así hay miles de ideas y acciones que podemos llevar a cabo, el ser humano no es bueno ni malo, simplemente es, y yo se que tu eres un excelente ser humano y con mucho potencial para darle algo bello a la humanidad, es hora de que salgas fortalecido de entre la tierra y puedas darle al mundo un hermoso fruto que será agradecido por generaciones, es hora de que hagamos algo juntos, ya pasó la parte mala, ya pasó el encierro, todo es parte del proceso, ahora es menester que tomes fuerzas y salgas adelante, y yo estaré ahí para que nos ayudemos a la par, amigo, necesito tanto de tu sabiduría y consejo, pero sobre todo de verte con esa sonrisa sarcástica que ponías ante cualquier situación cotidiana, esa manera de sonreirle a la vida con una burla, me hace falta ya que estoy pasando también situaciones difíciles, hermano mío pronto estaremos juntos para conquistar el mundo.
Llego el viernes, prepara el vino, el pan y la sal porque hay que celebrar.
Tu amigo
Alejandro Álvarez"
Siento como el paladar se contrae involuntariamente para que mis ojos produzcan lágrimas, pero no salen, estoy seco por dentro, estoy podrido. Ya no puedo llorar porque todo el daño que hice, vació el jugo de mi ser, como ya dije estoy echado a perder y quiero platicar por qué.
Hace muchos años hasta mi adolescencia creí en santos y en Dios, creí en el destino, en la justicia y esas cosas. Lamentablemente o afortunadamente, no sé, se derrumbó de repente todo en lo que creía, la falla fue la duda, esa duda que te hace ir a buscar la verdad, pero que se hace cada vez más grande, y con ella vienen todavía más de su especie, como una plaga las dudas se apoderaron de mí y comencé a cuestionar todo, incluso el amor de mis padres, el amor de los hijos, de los amigos, todo tuvo que realizar una prueba minuciosa diseñada por mí, para poder recibir el título de verdadero, o de aceptable para la reconstrucción de mi conciencia.
Alejandro nació ateo, no le pegó en ningún momento un derrumbamiento como este, tal vez por eso el ha podido tener más equilibrio en su vida, sin embargo, yo todavía tengo la necesidad de creer que alguien vendrá a redimirme, y no un amigo, sino un ser superior, alguien al que nadie pueda refutar su decisión de librarme de toda culpa, sin embargo, Dios no existe y tampoco esa esperanza, la esperanza muere hoy.
Yo siempre creí que si no había que creer en Dios entonces, era necesario creer en el ser humano, y puse mi entera confianza en él, en que todas las personas tenemos sentimientos sublimes y bondadosos, y que la naturaleza del ser humano sería siempre ayudar al prójimo a pesar de no meter a Dios en estos asuntos, lo estudié incluso y las neuronas espejo de nuestro cerebro que producen la empatía y la catarsis, son las que nos protegen de cierta manera, porque ésto hace que un ser humano sienta también dolor cuando otro lo siente, el ser humano no es asesino, violador o secuestrador por naturaleza.
El ser humano me decepcionó, ya que al buscar las cosas buenas en él, me encontré con infinidad de crímenes cometidos por él mismo para con él mismo, diario ver los periódicos con imágenes de gente muerta, violada, secuestrada, me hizo dudar de la bondad del ser humano.
Fui más allá y descubrí que los medios nos provocan esa crisis mental que hace que cometamos crímenes, nos exige poseer cuando el sistema nos quita, también nos exige tener una bella mujer, pero que puedo hacer yo si estoy deforme, no he tenido novia desde alguna otra vida supongo, eso fue aumentando mi nivel de frustración.
Sin embargo, al ir más allá del bien y del mal, quise jugar a que no existe el bien y el mal, me puse a experimentar sentimientos, deseos, pude pensar libremente y por esos tiempos escuché que la fase del nigredo es cuando uno se pudre como una semilla para después florecer, entonces me tiré al abismo con total confianza de mis deducciones, y me quise podrir rápidamente, hice cosas de las que me arrepiento, hablé maldiciones de todos y cada uno de los seres humanos a los que he conocido, quise probar el mal y me atraganté, pensé que era parte del proceso.
Precisamente cuando comencé esta fase de la cual saldré hoy mismo con mi muerte, fue cuando Alejandro se fue a probar suerte en otro país. Me hizo mucha falta, porque ya no podía platicar con alguien sobre todo lo que experimentaba, con la confianza con la que a él le hubiera podido comentar las acciones que todavía no habían sido tan graves, sin embargo, todo eso se quedó dentro de mí, y al no tener un mejor confidente, han sido y serán siempre un secreto.
Cuando las cosas se fueron poniendo más y más graves, quise buscar un interlocutor y ¿por qué no?, hasta un cómplice, sin embargo a la edad de los 25 años ya muchos están casados, tienen hijos, un empleo con horario de oficina y vacaciones cada año, una vida con tanta seguridad que difícilmente alguien común y corriente dejará ir, sólo por experimentar con la existencia, realmente no encontré a nadie de mi edad que pudiera ir hombro a hombro en mi búsqueda. Gente más jóven carecía de total sentido porque incluso mi coeficiente intelectual es alto, sería difícil encontrar a alguien que fuera a la par con mi edad mental, la mayoría tenía al menos diez años de atraso intelectual comparándolo conmigo, por eso traté de buscar a gente de mayor edad, personas de más de treinta años, sin embargo, cuando parecía que podía entablar una buena amistad, algo pasaba, se espantaban, mis ideas eran más revolucionarias y después de los treinta años es difícil que un hombre cambie de postura ante la vida, también eso fue un error.
Finalmente tuve que seguir sólo, y hacer mis experimentos existenciales con gente desconocida, me tiré a la aventura y entonces quise ver hasta que punto podía manipular a la gente para que hiciera lo que yo quisiera; tuve mucho éxito y los resultados fueron pasmosamente divertidos.
Sin embargo, me encontré con una persona con un desequilibrio mental escalofriante, conocí a una mujer en un bar, y al principio fue muy excitante, obviamente no hay que fiarse de la imagen de una persona que te encuentras en un bar o una fiesta, regularmente se ponen sus mejores ropas, se maquillan y hasta están de buenas, se hace pasar por personas felices y te engañan fácilmente.
Cuando te encuentras con la persona en lo cotidiano, te das cuenta que ni es feliz, ni tiene muchas mejores ropas, y que puede tener una historia devastadora, y fue precisamente lo que me ocurrió.
Comprendí su carácter y locura, cuando me contó su vida, ella había sido producto de una violación, y cuando me dijo ésto, me reproché infinitamente haberme parado en ese bar esa noche, realmente no quería desgastarme con desgracias ajenas, de por sí ya me daba asco el mundo en esos momentos, y ahora lidiar con una persona con un pasado oscuro, era demasiado para mí. Me contó infinidad de desgracias por las que había tenido que pasar, y me lamenté mucho por ello, realmente podía sentir todo su dolor, siempre he sido una persona muy empática y difícilmente permanezco inmune a las desgracias de los demás.
Sentí rabia y quise desquitarme con alguien, y lo logré. Un día iba en la calle y vi a un hombre forcejeando con una mujer que se parecía mucho a Ágata, no lo había dicho, pero así se llamaba la muchacha a la que conocí en el bar. Lamentablemente surgió de mí un impulso totalmente animal y asesino; aunque no quise matarlo lo logré por accidente, sacó una navaja y con esa misma lo maté; la mujer me gritó asesino como un millón de veces ya que aún la escucho, y tuve que huir.
El miedo entonces se apoderó de mí desde ese instante, no tenía por qué hacer eso, yo no había nacido para ser asesino, así que mi miedo y desesperación se convirtió en ira y rabia, así que buscaba con quien desquitarme más todavía, así que caminaba de noche por las calles queriendo encontrar a alguien más para escupirle, patearlo o asesinarlo, sin embargo ya nunca tuve el valor y la estupidez. Desde el día en que asesiné a ese hombre, no me ha gustado la soledad y trato de huir de ella, me salía a caminar, le llamaba a todos mis conocidos para que me invitaran a fiestas y ahí pueda embriagarme y llorar, muchas veces terminé haciendo desastres de los que aún me lamento.
Un día ella vino a mi casa, a exigirme amor, se sentía sola ella también pero nunca pude dejar de culparla por haberme convertido en un asesino, así que peleamos, tanta fue mi rabia que la metí a la fuerza a mi casa, pero tanta era nuestra soledad que disfrutamos el uno del otro por esa noche, fue algo picante, ni siquiera fue dulce, pero alrededor de las tres de la mañana desperté sin saber de mí, y la asesiné sin pensarlo. Ya son tres días que no salimos de mi departamento, yo por miedo y ella porque está muerta, y por eso ahora escribo estas líneas, para disculparme con la humanidad el no poderle ajustar los tornillos.
Hace dos semanas le escribí a Alejandro para desahogarme, le conté todo, necesitaba decírselo a alguien me estaba quemando, sin embargo el contestó apenas ayer por correo electrónico, demasiado tarde, no puedo salir con un cuerpo y no pienso convertir a Àgata en bolsas de basura, ya son dos muertos y pienso morir ahora mismo, no quiero ser descubierto mañana e ir a la cárcel, para vivir muchos años sufriendo, prefiero morir hoy mismo.
Carpe Diem
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