jueves, 28 de octubre de 2010

¿Cómo ayudar al mundo sin pensar?

Aprovechando que te encuentras aquí, quisiera pedirte que me ayudaras a reflexionar sobre un asunto que me tiene confundido. El otro día estaba escribiendo algo pensando en el concepto de ubicuidad, y escribía sobre que pasaría si existiera algo metaconsciente, es decir, así como la metacognición estudia la forma de estudiar, así el metaconsciente sería algo así como la consciencia de tener consciencia, pero no sólo depositada en un recipiendario como yo, más bien no se si me explico, estaba tratando de pensar como un ente en el que propiamente se podría depositar la consciencia de manera colectiva, como si tratara de ser una especia de fuerza unificadora, algo así como saber como es Dios, pero fracasé de manera rotunda, ya que incluso cuando escribía, en un tiempo determinado era una persona, y en otro tiempo determinado podría ser otra, o un ave muerta, o una piedra sin forma. Para ser Dios habría que ser consciente de todo a la vez; esa precisamente sería la metaconsciencia que trato de conceptualizar.

¿Qué especie de ente entonces, tendría que ser aquel que tuviera la capacidad de saltar de consciencia en consciencia?, Dios por ejemplo sería todo el espacio y el tiempo, sin embargo ese ser que resultó de mis mis pensamientos era un ser puntual en las cuatro dimensiones, podría estar en cualquier lugar pero no en cualquier momento. Es aquí donde entonces parece que me faltó algo, entonces después de mucha reflexión llegué a una propuesta de meditación que de nuevo me lleva al Zen, es decir "no pensar", ya que parece que lo que disminuye al ente a ser sólo un punto en el espacio tiempo, sigue siendo precisamente el problema de pensar.

Ésto me suena coherente ya que precisamente cuando pienso demasiado en mis problemas no me puedo ocupar más que de ese pensamiento puntual, entonces ese ser al que traté de darle vida seguiría siendo igual de mundano e insignificante como soy en estos momentos, por lo que entonces y ya dije, tuve que retornar al Zen para buscar al ser ubicuo y no siendo ésto último una causa sino un efecto de la misma búsqueda.

Entonces para poder estar en más lugares a la vez, o conectarme a más entes por ejemplo, tendría que dejar de pensar, así como el samurai o el monje shaolin, pudiendo incluso casi anticipar movimientos, porque no sólo ya es en el presente, sino un poco, sólo un poco más al futuro, y sólo un poco en igual magnitud al presente.

¿Pero cual sería el efecto último de no pensar?, no quisiera aventurarme pero me es obligatorio aventurarme para vislumbrar un poco el efecto de mis intenciones, entonces pienso (y me duele un poco decir que pienso, como si hubiera tropezado con una piedra), que el efecto sería precisamente anticiparnos a todo movimiento en cualquier tiempo, llegando a la situación en la que podría detener una bala, obvio antes de que salga de la cámara y aunque parezca trivial o sin sentido aparente, tiene mucha importancia en la construcción de algo trascendental.

Sería muy atrayente el pensar en detener una bala cuando ha salido del cañón, y sería algo tan evidente que maravillaría a cualquiera, sin embargo, si pensará en el efecto de sorprender a alguien y no a la acción misma de detener la bala, como sea que fuere, sería algo parecido a querer ayudar a alguien mientras todos me ven, o darme propaganda de ser un benefactor, me perdería pues sin salvación nuevamente en las formas y el efecto final trascendente se perdería en esa dimensión de la intención.

Sería tal vez muy aburrido pensar en anticiparse demasiado a los efectos no esperados como el de la bala, por ejemplo no saliendo a la calle para no ser asaltado, o no iniciar una pelea en una cantina por ejemplo, ya que la manipulación de las circunstancias a ese nivel sería prácticamente transparente para todas las personas y aquí es cuando uno debe tomar la difícil decisión de olvidarse del reconocimiento y la fama, para centrarse en el punto principal que es ser consciente a pesar de ser algo muy aburrido para las mentes que son superficiales.

Ya había tocado el tema por ejemplo de que la semilla que se siembra debe quedar oculta de alguna manera y no en la "superficie", así puede expandirse hacia arriba y hacia abajo para crecer, así nuestras intenciones al menos en el principio deberían tener un par de ingredientes; el primero ser discreto, el segundo no ser pensado.

Aquí viene pues una idea para reflexionar, ¿Cómo ayudar al mundo sin pensar?

lunes, 25 de octubre de 2010

Todo mundo se ríe a carcajadas

Cuánta gracia tienen todos, desde que perdí eso que no recuerdo su nombre, todo mundo parece feliz en este mercado pintado de azul y el techo amarillo con mucha luz, como si fuera un huerto de Dios. Yo pensé que la felicidad no existía, pero si no fuera por este fuerte dolor de cabeza juraría que estoy en algo parecido al paraíso.

Ayer fui a comer al mercado con la señora que felizmente me sirve de comer, y como siempre vi a la morenita del moño rosa, parece que es la única que posee mi mismo estado de ánimo y eso la hace brillar tanto que hace que sienta cosquillas en mi vientre, sus ojos a pesar de mirar siempre uno a cada lado son hermosos, no creo que sean así, a diferencia de todo mundo ella lo hace para hacerme reir aunque no parece igual de feliz que todos los demás. A veces la gente dice que deberíamos cazarnos, me da mucha risa porque me imagino a ambos con arcos, flechas, alas y un aro en la cabeza que nos mantiene en el aire.

Me encanta cuando la señora que me da de comer, me pide que vaya por los mandados, porque siempre paso por donde está mi morenita, la señora me grita y dice que urge, y yo voy rápido para regresar en un segundo, aunque a veces el segundo se me hace eterno, como si me detuviera en el tiempo y corriera en una dimensión perpendicular a esta. Parece que a la señora también se le hace eterno, porque también me lo dice, pero no ha transcurrido ese tiempo, porque siempre se ríe, siempre es feliz y estoy seguro que afuera del mercado hay un letrero que prohibe entrar a las personas que tienen tristeza en su corazón, o enojo, o ira,

Siento muchas ganas de abrazar a todo mundo, por sus sonrisas, son tan felices que se ríen a carcajadas, pero no los abrazo porque un día lo intenté y no sé por qué razón me comenzó a doler la cara, mi espalda y hasta comencé sin motivo alguno a sangrar de la nariz, yo creo que Dios me castigó de alguna manera aunque no comprendo por qué, pero esa es una de las miles de muestras que me ha dado Dios de su existencia, como por ejemplo cuando platico con uno de sus hijos, tiene cara de huevo estrellado, pero es muy agradable, también se ríe de mí pero parece que tiene un problema con el hígado, tiene los ojos muy amarillos, y hasta de vez en cuando cuando quiero tocarlos, comienzan a aparecer lágrimas del mismo color y sus ojos se le hacen pequeñitos y se hunden, pero no para de sonreir, creo que eso le da cosquillas y llora de la risa.

Hoy vi a un señor muy chaparrito, y muy agradable, era muy chaparrito, gordito y casi sin cabello, sentí tristeza porque no podía caminar, venía en un asiento con ruedas y una mujer feliz como todos en el mercado le hace el favor de llevarlo a todos lados. De lejos se comunicaba conmigo, sólo con la mente, no podía ver movimiento en su boca, pero me decía muchas cosas extrañas que yo entendí perfectamente, me decía que venía de otro mundo y recién había llegado, pero se sentía extraño porque algo lo hacía salir de un equilibrio en el que también estoy yo, decía que pocas veces encontraba a un ser humano que no se preocupaba por cosas del mañana o del pasado, y que vivía en el preciso instante del presente, el ya comenzaba a tener esas preocupaciones y de repente comenzaba a llorar tanto que hasta gritaba, me dolía la cabeza tanto que comencé  a darme golpes, luego él se tranquilizó para que yo no me hiciera daño, comenzó a reir y me dijo que nunca saliera de mi equilibrio, me dijo que pronto se desconectaría de Dios y comenzaría a vivir una vida de enojos, ira, preocupaciones y estados emocionales, que se deprimiría, que guardaría rencor. No entendí bien esto último, donde se puede guardar rencor si los sentimientos no se pueden tocar, sólo se sienten y ya, como sea no entiendo de que se entristece si todo mundo ríe a carcajadas.

viernes, 15 de octubre de 2010

Purulento en el Nigredo - Relato

El nigredo es una fase alquímica necesaria para la transmutación de la materia; no recuerdo si eso lo leí hace mucho tiempo en algún libro, o tal vez alguien me lo explicó; realmente no recuerdo muy bien de que fuente obtuve ese dato, sin embargo, recuerdo perfectamente de lo que se trata ya que se ha establecido en mi mente como un árbol de cien años de edad, aunque a penas tengo 33 años.

Mi nombre es Agustín Abad y escribo estas líneas antes de abandonar este mundo por voluntad libre y propia, después de haber fracasado en esta vida y saber que desperdicié mucho tiempo para poder reconstruirme después de haber vivido una demolición de mis creencias, ahora es tarde, he cometido muchos crímenes y le he hecho mucho daño a la humanidad, ahora me es muy difícil cambiar mis hábitos y por eso he decidido abandonar este mundo.

Hizo falta un buen amigo, o un grupo de amigos que persiguieran mis fines; no los encontré a tiempo, ahora es muy tarde porque ya lo eché a perder todo.

Quiero transcribir la carta que llegó tarde, pero que aún me parece que de ella emana mucha luz y bondad, mi vida como ya dije, se ha podrido, y no florecerá más un fruto en mi existencia, o tal vez me equivoque si al menos dejo una carta póstuma, advirtiendo de los riesgos de querer transmutar, y que siempre es mejor tener a un buen amigo cerca.

La carta dice así:

"Amigo Agustín:

Como amigo tuyo me he dado cuenta de que han pasado cosas extrañas en tu vida y que han ocurrido desgracias de las cuales me siento en total empatía contigo, incluso siento mías esas culpas que te aquejan en estos momentos, pero antes de que mi avión vuele de vuelta a nuestra patria, quise enviarte este correo porque no he podido dormir pensando en lo que estás pasando ahora que has cometido una grave equivocación, pero que no es el fin del mundo, quiero que sepas que somos amigos y más que eso, hermanos si no de sangre, de libre y espontánea elección, nos hemos escogido y nos convencimos de ser buenos amigos; lamentablemente en estos años las circunstancias hicieron que nos separáramos y no pudiéramos más reunirnos a charlar para hacerle ajustes técnicos a la humanidad y que nosotros seríamos los ingenieros de la humanidad; aún hay tiempo, somos jóvenes y hay muchos proyectos en puerta hermano mío.

Todos tenemos un universo completo dentro de nosotros, y así hay miles de ideas y acciones que podemos llevar a cabo, el ser humano no es bueno ni malo, simplemente es, y yo se que tu eres un excelente ser humano y con mucho potencial para darle algo bello a la humanidad, es hora de que salgas fortalecido de entre la tierra y puedas darle al mundo un hermoso fruto que será agradecido por generaciones, es hora de que hagamos algo juntos, ya pasó la parte mala, ya pasó el encierro, todo es parte del proceso, ahora es menester que tomes fuerzas y salgas adelante, y yo estaré ahí para que nos ayudemos a la par, amigo, necesito tanto de tu sabiduría y consejo, pero sobre todo de verte con esa sonrisa sarcástica que ponías ante cualquier situación cotidiana, esa manera de sonreirle a la vida con una burla, me hace falta ya que estoy pasando también situaciones difíciles, hermano mío pronto estaremos juntos para conquistar el mundo.

Llego el viernes, prepara el vino, el pan y la sal porque hay que celebrar.

Tu amigo
Alejandro Álvarez"

Siento como el paladar se contrae involuntariamente para que mis ojos produzcan lágrimas, pero no salen, estoy seco por dentro, estoy podrido. Ya no puedo llorar porque todo el daño que hice, vació el jugo de mi ser, como ya dije estoy echado a perder y quiero platicar por qué.

Hace muchos años hasta mi adolescencia creí en santos y en Dios, creí en el destino, en la justicia y esas cosas. Lamentablemente o afortunadamente, no sé, se derrumbó de repente todo en lo que creía, la falla fue la duda, esa duda que te hace ir a buscar la verdad, pero que se hace cada vez más grande, y con ella vienen todavía más de su especie, como una plaga las dudas se apoderaron de mí y comencé a cuestionar todo, incluso el amor de mis padres, el amor de los hijos, de los amigos, todo tuvo que realizar una prueba minuciosa diseñada por mí, para poder recibir el título de verdadero, o de aceptable para la reconstrucción de mi conciencia.

Alejandro nació ateo, no le pegó en ningún momento un derrumbamiento como este, tal vez por eso el ha podido tener más equilibrio en su vida, sin embargo, yo todavía tengo la necesidad de creer que alguien vendrá a redimirme, y no un amigo, sino un ser superior, alguien al que nadie pueda refutar su decisión de librarme de toda culpa, sin embargo, Dios no existe y tampoco esa esperanza, la esperanza muere hoy.

Yo siempre creí que si no había que creer en Dios entonces, era necesario creer en el ser humano, y puse mi entera confianza en él, en que todas las personas tenemos sentimientos sublimes y bondadosos, y que la naturaleza del ser humano sería siempre ayudar al prójimo a pesar de no meter a Dios en estos asuntos, lo estudié incluso y las neuronas espejo de nuestro cerebro que producen la empatía y la catarsis, son las que nos protegen de cierta manera, porque ésto hace que un ser humano sienta también dolor cuando otro lo siente, el ser humano no es asesino, violador o secuestrador por naturaleza.

El ser humano me decepcionó, ya que al buscar las cosas buenas en él, me encontré con infinidad de crímenes cometidos por él mismo para con él mismo, diario ver los periódicos con imágenes de gente muerta, violada, secuestrada, me hizo dudar de la bondad del ser humano.

Fui más allá y descubrí que los medios nos provocan esa crisis mental que hace que cometamos crímenes, nos exige poseer cuando el sistema nos quita, también nos exige tener una bella mujer, pero que puedo hacer yo si estoy deforme, no he tenido novia desde alguna otra vida supongo, eso fue aumentando mi nivel de frustración.

Sin embargo, al ir más allá del bien y del mal, quise jugar a que no existe el bien y el mal, me puse a experimentar sentimientos, deseos, pude pensar libremente y por esos tiempos escuché que la fase del nigredo es cuando uno se pudre como una semilla para después florecer, entonces me tiré al abismo con total confianza de mis deducciones, y me quise podrir rápidamente, hice cosas de las que me arrepiento, hablé maldiciones de todos y cada uno de los seres humanos a los que he conocido, quise probar el mal y me atraganté, pensé que era parte del proceso.

Precisamente cuando comencé esta fase de la cual saldré hoy mismo con mi muerte, fue cuando Alejandro se fue a probar suerte en otro país. Me hizo mucha falta, porque ya no podía platicar con alguien sobre todo lo que experimentaba, con la confianza con la que a él le hubiera podido comentar las acciones que todavía no habían sido tan graves, sin embargo, todo eso se quedó dentro de mí, y al no tener un mejor confidente, han sido y serán siempre un secreto.

Cuando las cosas se fueron poniendo más y más graves, quise buscar un interlocutor y ¿por qué no?, hasta un cómplice, sin embargo a la edad de los 25 años ya muchos están casados, tienen hijos, un empleo con horario de oficina y vacaciones cada año, una vida con tanta seguridad que difícilmente alguien común y corriente dejará ir, sólo por experimentar con la existencia, realmente no encontré a nadie de mi edad que pudiera ir hombro a hombro en mi búsqueda.  Gente más jóven carecía de total sentido porque incluso mi coeficiente intelectual es alto, sería difícil encontrar a alguien que fuera a la par con mi edad mental, la mayoría tenía al menos diez años de atraso intelectual comparándolo conmigo, por eso traté de buscar a gente de mayor edad, personas de más de treinta años, sin embargo, cuando parecía que podía entablar una buena amistad, algo pasaba, se espantaban, mis ideas eran más revolucionarias y después de los treinta años es difícil que un hombre cambie de postura ante la vida, también eso fue un error.

Finalmente tuve que seguir sólo, y hacer mis experimentos existenciales con gente desconocida, me tiré a la aventura y entonces quise ver hasta que punto podía manipular a la gente para que hiciera lo que yo quisiera; tuve mucho éxito y los resultados fueron pasmosamente divertidos.

Sin embargo, me encontré con una persona con un desequilibrio mental escalofriante, conocí a una mujer en un bar, y al principio fue muy excitante, obviamente no hay que fiarse de la imagen de una persona que te encuentras en un bar o una fiesta, regularmente se ponen sus mejores ropas, se maquillan y hasta están de buenas, se hace pasar por personas felices y te engañan fácilmente.

Cuando te encuentras con la persona en lo cotidiano, te das cuenta que ni es feliz, ni tiene muchas mejores ropas, y que puede tener una historia devastadora, y fue precisamente lo que me ocurrió.

Comprendí su carácter y locura, cuando me contó su vida, ella había sido producto de una violación, y cuando me dijo ésto, me reproché infinitamente haberme parado en ese bar esa noche, realmente no quería desgastarme con desgracias ajenas, de por sí ya me daba asco el mundo en esos momentos, y ahora lidiar con una persona con un pasado oscuro, era demasiado para mí. Me contó infinidad de desgracias por las que había tenido que pasar, y me lamenté mucho por ello, realmente podía sentir todo su dolor, siempre he sido una persona muy empática y difícilmente permanezco inmune  a las desgracias de los demás.

Sentí rabia y quise desquitarme con alguien, y lo logré. Un día iba en la calle y vi a un hombre forcejeando con una mujer que se parecía mucho a Ágata, no lo había dicho, pero así se llamaba la muchacha a la que conocí en el bar. Lamentablemente surgió de mí un impulso totalmente animal y asesino; aunque no quise matarlo lo logré por accidente, sacó una navaja y con esa misma lo maté; la mujer me gritó asesino como un millón de veces ya que aún la escucho, y tuve que huir.

El miedo entonces se apoderó de mí desde ese instante, no tenía por qué hacer eso, yo no había nacido para ser asesino, así que mi miedo y desesperación se convirtió en ira y rabia, así que buscaba con quien desquitarme más todavía, así que caminaba de noche por las calles queriendo encontrar a alguien más para escupirle, patearlo o asesinarlo, sin embargo ya nunca tuve el valor y la estupidez. Desde el día en que asesiné a ese hombre, no me ha gustado la soledad y trato de huir de ella, me salía a caminar, le llamaba a todos mis conocidos para que me invitaran a fiestas y ahí pueda embriagarme y llorar, muchas veces terminé haciendo desastres de los que aún me lamento.

Un día ella vino a mi casa, a exigirme amor, se sentía sola ella también pero nunca pude dejar de culparla por haberme convertido en un asesino, así que peleamos, tanta fue mi rabia que la metí a la fuerza a mi casa, pero tanta era nuestra soledad que disfrutamos el uno del otro por esa noche, fue algo picante, ni siquiera fue dulce, pero alrededor de las tres de la mañana desperté sin saber de mí, y la asesiné sin pensarlo. Ya son tres días que no salimos de mi departamento, yo por miedo y ella porque está muerta, y por eso ahora escribo estas líneas, para disculparme con la humanidad el no poderle ajustar los tornillos.

Hace dos semanas le escribí a Alejandro para desahogarme, le conté todo, necesitaba decírselo a alguien me estaba quemando, sin embargo el contestó apenas ayer por correo electrónico, demasiado tarde, no puedo salir con un cuerpo y no pienso convertir a Àgata en bolsas de basura, ya son dos muertos y pienso morir ahora mismo, no quiero ser descubierto mañana e ir a la cárcel, para vivir muchos años sufriendo, prefiero morir hoy mismo.

Carpe Diem

miércoles, 13 de octubre de 2010

Ser o poseer, ese es el dilema.

Las reglas y recomendaciones de nuestra sociedad actual, nos han moldeado de manera que como personas, persigamos los fines de poseer cosas materiales, estatus social, títulos universitarios, bienestar económico y hasta bienestar amoroso o sexual.

Vivimos inmersos en una serie de ideales propuestos por la maquinaria del capitalismo, donde se nos bombardea de información hasta que somos paralizados como con grandes mangueras de agua, como las que utiliza la policía para ahuyentar a los rebeldes en un mitin.

Finalmente el producto de esta maquinaria, como muchos ya sabemos, es el ser humano degradado a la condición de animal, idiota, "gandalla" o hipócrita, donde sus intereses principales son el poseer, o el reconocimiento social, o el aventajamiento fraudulento sobre el prójimo. Todos los días pues me encuentro con personas que se disfrazan de oficinistas, de adinerados, de guapos y hasta de inteligentes, personas que piensan que son la empresa donde trabajan, que piensan que su condición de "machitos" o mujeres "bien buenas", los hace prevalecer por encima de otras muchas personas que tal vez sean pobres u horrendas, pero que poseen principios más necesarios por la humanidad en estos tiempos.

Es triste escuchar a alguien decir que necesita un título profesional para ser alguien en la vida, para mejorar su nivel de vida, que sueña con poseer dinero para comprar placeres y vida, cuando indispensablemente para todo lo que hacemos deberíamos girar sobre nuestro propio centro, sobre nuestro propio yo. Para tener conciencia de nosotros mismos es obligatorio dejar de pensar en el producto de nuestros esfuerzos como una recompensa, o para beneficio de los demás, no es en absoluto egoísta hacer cada actividad diaria por nosotros mismos, ya que eso nos permite generar desde nuestro ser una luz que irradia hacia nuestros extremos y que puede incluso cambiar el mundo en un instante.

"Ser o poseer", ese es el dilema en el que uno se encuentra cuando el exterior influye de manera invasiva en nuestro ser, y que nos hace olvidarnos de nosotros mismos haciéndonos pensar que somos lo que vestimos o nuestra apariencia física, y es una cuestión que muchos de nosotros nos hemos planteado infinidad de veces, pero sin embargo, no hemos podido hallar un equilibrio o un punto de partida en el que la duda desaparezca, y mucho menos en la cultura occidental, donde si no pagas renta, luz, internet, gastos y lujos, no puedes vivir de manera tranquila, ya que las demás personas al no estar en equilibrio, exigen del exterior esa luz que sólo podrían ver nacer desde el fondo de su corazón.

Cuando finalmente cada quien encuentre su equilibrio y pueda iluminar desde su centro espiritual, dejará de exigir a los seres humanos que lo rodean el alimento trascendente que sólo se puede producir desde nuestra caverna. Al centrar el motivo de cada vibración de nuestro ser, en nosotros mismos, dejaremos precisamente de ser egoístas y daremos alivio a nuestros semejantes en un acto inefable de bondad.

martes, 12 de octubre de 2010

Los árboles como ejemplo para meditación

Camino a casa me dispuse a observar a los árboles que iban apareciendo en mi camino, unos jóvenes, otros muy viejos y altos que podían percibir por encima de las casas y edificios, pero, ¿qué he podido reflexionar sobre ellos?.

Un árbol es a nuestros ojos inmóvil en su base, pero en sus ramas y hojas hay un movimiento que se produce por total placer del viento; nosotros por otro lado somos personas que tenemos unas bases tal vez muy firmes, pero que en nuestra parte más frágil y volátil, se manifiesta un continuo movimiento que es provocado por algo fuera de nosotros, ya sea la sociedad, las reglas, la inteligencia o inconsciente colectivo.

El árbol nos enseña que a pesar de nuestro aparente estado de inmovilidad, se produce un cambio continuo en nosotros que es producido por la conexión que tenemos inherente al todo. Estas ideas me llevan a pensar y regresar al tema de la parte invisible y mayormente incomprendida del conocimiento que tenemos inherente en nosotros, he visto alguna película donde niños poseen todos los conocimientos existentes hasta que lamentablemente aprenden el lenguaje.

Noam Chomsky el lingüista y crítico de la política estadounidense ya ha ideado bases para estudiar el instinto del lenguaje, en la que se propone que la información de la lengua ya viene incluída en los genes, o por otro lado como Carl Jung que hizo numerosos estudios sobre el inconsciente colectivo que podía ser comunicado a través de símbolos y la alquimia.

De aquí parto para pensar si acaso hay sentimientos y vivencias que de igual manera se han transmitido inconscientemente a través de los tiempos, o si más realista, existen símbolos que pueden comunicarnos el mismo mensaje a diferentes personas que tienen una historia supuestamente diferente; es una cuestión interesante de plantear, ya que no sólo a través de las personas podríamos comunicarnos con otros espacios y tiempos, sino también a través de objetos, de vegetales, o cualquier tipo de materia, y así no sólo encajar con todo el espacio sino con todo el tiempo, y poder de cierta manera convertir el casi inexistente presente en un todo, donde como decía el escribor Jorge Luis Borges, saber para siempre quienes somos.

Como objetivo de la reflexión y la meditación, muchas culturas y religiones han intentado conectarnos con el todo, con Dios, o con esa fuerza superior a la que todos pertenecemos; sin embargo, muchas veces hemos caído en cuenta de que muchas de las respuestas que esperábamos encontrar fuera, las terminamos encontrando dentro de nosotros mismos, como si nuestro cuerpo fuera un puente espacial entre el afuera y el adentro, y como aquellas ideas del Kybalión y otras culturas de "Como es adentro es afuera", o "Como es arriba es abajo", nos damos cuenta que para poder redimir cuestiones exteriores, es necesario redimirnos a nosotros mismos. Por ejemplo la catarsis que se produce cuando estamos conectados con las personas, y vemos situaciones, nos permite que de cierta manera experimentemos los sentimientos sin las posibles consecuencias, con las neuronas espejo que nos permiten experimentar la empatía, nos damos cuenta que existe una puerta en nosotros donde podemos transportar lo exterior al interior y viceversa.

Al plantearnos la situación de ser árboles, podemos sentir de cierta manera esa empatía y experimentar la meditación llevada por el movimiento e impulso del viento, e incluso, al no tener conciencia como la conocemos nosotros un árbol, podemos ayudarnos de él para no pensar, y acallar la mente pudiendo percibir a través de nuestros sentidos la realidad desenmascarada, quitando el velo de conciencia que yace sobre nuestros ojos y sentidos. Al dirigirme pues, hacia casa y observando y meditando a través de los árboles, he podido conectarme con el viento, como a través de una triangulación, y me permitió dar una pequeña vista a mi yo interior. Pero por otro lado he tenido una sensación comunicada por los árboles, la empatía, he visto árboles muy tristes, otros ingenuos, otros con el colmillo que nace de haber vivido ciertas experiencias, y la sabiduría de haber visto a tanta gente pasar, sin conocer siquiera como es la vuelta de la esquina, que ciertamente es difícil de explicar porque no se transmitieron palabras, sino solo unas pequeñas muestras de sentimiento de árboles, que no importa lo que hayan sido, pero han sido sentidas por mi ser.

La semilla no puede estar en dos lugares a la vez

Es a veces vergonzoso escuchar a la gente pregonar la Igualdad, la Justicia, esas cosas llamadas ideales parece que efectivamente sólo permanecen como una idea que no llegan a concretarse en una realidad tangible.

Mirar la cantidad de gente que vive en mi ciudad de una manera deplorable, es más vergonzoso todavía, ver a un niño con un pequeño par de zapatos, pañal y una playera a las ocho de la noche en tarde de otoño, corriendo en el metro delante de su madre y perseguido por su hermano mayor, y por otros lados ver a niños que viajan cómodos en la silla de un auto de este año, con cualquier cantidad de pertenencias, aún sin haber demostrado siquiera tener calidad humana, y no es que menosprecie al hijo de padres adinerados, no podría hacerse menos esta opinión porque es, de acuerdo a la lógica la misma que sería, como un niño pobre sufre de carencias, o de que se le inunde su casa en Veracruz después de un caos ambiental, si ni siquiera ha demostrado tener una calidad humana tan baja como para merecerlo, para mí la Igualdad es Utópica, y deberíamos sembrar ese ideal pero no en un cuaderno, o en la medalla de un programa de Televisión llamado Iniciativa México, el Teletón, la Academia y esas estupideces, sino sinceramente dentro de nosotros, dentro de nuestra más profunda caverna, donde nadie pueda siquiera olerla ni visualizarla, ahí bien sembrado el ideal podría florecer, pero evidentemente la mayoría de las personas siembran esos ideales costosos como la humildad y la justicia, por encima de la tierra, ni siquiera cavan dentro de sí, ni buscan dentro un lugar para albergar la semilla del ideal.

Una semilla no puede estar en dos lugares a la vez, no puede por evidente realidad espacial, estar enterrada y al mismo tiempo a la vista de todos, para mí esas majaderías de programas de televisión que son para ayudar a la gente, son una verdadera pérdida de tiempo, no puedes hacer relucir tu intención de bondad y solidaridad porque de esta forma nunca florecerá tu planta del ideal, todo es sólo un negocio y da vergüenza y mucha tristeza ver como nuestros hermanos mexicanos sobre todo, se terminan tragando ese cuento, y somos manipulados todavía por esa caja idiota llamada televisión.

Una acción verdaderamente sincera, debe ser entonces muy discreta para que pueda trascender.

Yet another Movie

Escucho otra película más, y giro en círculo, porque estoy acostumbrado a escapar de vez en cuando, o tal vez he quedado atrapado en otra canción, aunque viva de facto otra película más, una película en mi vida.

Recuerdo el espejismo anterior a mi vida en este empleo, era otro tiempo, o al mismo tiempo, otra película, otro más que viaja en metro junto con miles de personas, juntos, muy juntos, alcanzo a oler su sudor, el de muchos, incluso llegan a tocar mi cara, los absorbo con la mirada, y es que de algo me he dado cuenta, están molestos cuando me molesto, y acompañan también mi alegría, aunque no crucemos palabra, estamos conectados, por el tubo donde se sostiene al que no va sentado en el metro, o no lo sé, el aire, ese olor a sudor, ese olor a perfume, a loción, pero conectados, no lo sé. Ese tipo de cosas que uno piensa mientras trabaja, mientras escapa, mientras deforma la realidad mediante la superposición de imágenes en la mente, imágenes duales o neutralizadoras.

Aquí en mi empleo he encontrado la continuación de aquellos pensamientos, como si fuera un gran espejo en forma de prisma, siendo yo la luz blanca, y el prójimo alrededor la descomposición de mi luz, en colores, como si estuviese viendo al occidente, miro el conjunto infinito de personalidades que están en mi universo, que están versus uno, me encuentro de repente en la cafetería atendiendo a los empleados y disfrutando la mezcla del olor de café con las partículas que huelen a verde desprendidas de los árboles que se ven atenuados por la niebla y un poco por la ventana. De pronto una luz blanca intensa, veo el oriente y mi personalidad cambia, soy Director muy importante, miro pasar a los empleados, y pienso, una decisión mía puede sentirse en la casa de todos ellos, como el aleteo de la mariposa, debo elegir cuidadosamente, mis decisiones; y nuevamente la luz, y se va atenuando la luz, me siento luna y luego estrellita, soy el ser más inteligente en mi espacio vital, cuando alguien se acerca siento miedo, como el caer a un vacío, me molesto, me defiendo, soy el mejor, mi alter ego, mi vanidad o como se llame, está reflejada y hasta tiene un aspecto desagradable, no me había imaginado vistiendo esa ropa, soy más desaliñado, vuelvo a ver la luz blanca, escapo de mi escape, aunque yo soy todos y todos son yo, hay personas de mí que no me gustan mucho, al menos no cuando las veo en un espejo que disminuye la velocidad de la luz, incluso me he sentido aterrorizado cada día que muero, y me veo en las portadas de los periódicos, no me gusta y no es por vanidad, a veces soy tan vanidoso que soy mujer, pero en suma del todo soy hombre, no soy tan vanidoso.

También he podido observar que hay puntos en los que puedo posicionarme y ver el prisma, un prisma bastante irregular y caótico, a veces, sólo a veces me permite ver de frente la luz blanca desde el oriente, y mi mente lo interpreta como a un buen amigo, almas gemelas, la luz como la amistad no disminuye su velocidad, su intensidad.

Y cada día otra película más, encima de la otra, o no sé si sea la misma, o si una nunca ocurra, no lo sé porque están superpuestas y no puedo dividirlas no puedo dividir mi mente porque es un todo, el universo es mente, y mis compañeros de jornada, están en mi mente todo el tiempo, porque son yo, somos todos Uno.

Sin embargo, finalmente todo ello ya está en mi pasado y lo pensaré en un futuro, finalmente todo lo que fue ayer se quedará conmigo y con el cosmos, nada se acaba, nada renace, ni siquiera las vivencias, todo es, simplemente es.